13 de agosto de 2008

POR QUÉ NO MENTAR LA SOGA

"Utiliza siempre el nombre correcto de las cosas. El miedo a un nombre aumenta el miedo a la cosa que se nombra."
Albus Dumbledore a Harry Potter (J. K. Rowling)



Anoche mi amiga M.P. me contó que las lenguas que llamamos "muertas" son realmente las únicas vivas, porque cuentan con la virtud de engendrar conceptos a través de las frecuencias de sus sonidos. No en vano se trata de las lenguas sagradas. Y seguramente no por casualidad alguien decidió enterrarlas en un cajón, porque además de vida podían llegar a originar la muerte y eso les confería demasiado poder.
Estoy convencida de la fuerza del lenguaje, no olvidemos que la vibración de cada palabra que emitimos genera energía, que es de lo que estamos hechos el Universo entero.
La pregunta es qué ocurrió para que esas vibraciones se desafinaran, se desintonizaran y acabaran por crearnos gran confusión. Voy a tener que investigar más sobre el episodio en Babel.

9 comentarios:

  1. Gracias por tu visita, Oscar.

    Me ha gustado "La Noche de los Puentes", seguramente por transgresor ;-)

    Un abrazo desde Mixto con Huevo.

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  2. La persona que inició este debate quedó encantada con los comentarios que desató en la lista de escritura de la autora, por lo que he decidio incluirlos aquí (si no tenéis inconveniente).

    En cualquier caso, vuestras siglas os protegen de intrusiones indiscretas ;-)

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  3. “Estoy convencida de la fuerza del lenguaje, no olvidemos que la vibración de cada palabra que emitimos genera energía, que es de lo que estamos hechos el Universo entero”. Según mi experiencia, no la genera, sino que la transforma. Yo, por ejemplo, cada vez que digo "supercalifragilísticoespialidoso" convierto del orden de medio garbanzo mexicano en ondas de sonido. Y si me pongo a dudar si es "espialidoso" o "expialidoso", me fundo la otra mitad del garbanzo en un santiamén.

    “La pregunta es qué ocurrió para que esas vibraciones se desafinaran, se desintonizaran y acabaran por crearnos gran confusión.” Hay vibraciones corpóreas capaces de generar un grado infinitamente mayor de confusión, incluso con un gasto menor de energía que la fonación.

    “Voy a tener que investigar más sobre el episodio en Babel.” En "Los 1001 años de la lengua española" de Alatorre se explica de forma clara y amena cómo nace y crece una lengua. En "La búsqueda de la lengua perfecta" de Eco se explican la razones semióticas por las que ciertas lenguas (algunas muy exóticas, otras no tanto) han fracasado socialmente o se han retraído hasta convertirse en jergas minoritarias. Este último libro no es claro ni ameno, pero igual es interesante.

    Salud,
    JGV

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  4. Por cierto, Ina: hace tres años tuve la oportunidad de escuchar una misa entera en latín en la catedral de Notre Dame de París. Por lo visto, es uno de los pocos sitios donde se respeta esa parte de la liturgia anterior al concilio, no toda, sin estar bajo la influencia de ningún movimiento dentro de la iglesia católica. También en Madrid, en la iglesia del Nuncio, detrás de la Plaza de Puerta Cerrada se pueden oír con frecuencia estas misas, incluso con el oficiante de espaldas a los fieles, pero pertenece al movimiento Opus Dei. Merece la pena oír de vez en cuando estas cosas; siempre he pensado eso que tú has señalado, la sonoridad de las lenguas de liturgia y su influencia en la Arquitectura. El latín culto en la Edad Media supongo que sólo se escuchaba en los templos y su poder de sugestión era amplificado por las bóvedas de piedra. Qué significado puede tener que los templos budistas estén recubiertos de tankas, mandalas, tapices, no lo sé, pero me gustaría investigar su función acústica.

    PCK

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  5. Si te interesa el episodio de Babel, mi mística Elisa, acércate a la exposición sobre Babilonia en el Museo de Pérgamo de Berlín, en la isla de los museos: barato con German Wings o con Ryanair. Una de las que más me ha gustado en muchos años, combina y compara los mitos sobre Babilonia (incluida la Torre de Babel) con su base histórica a través de la arqueología y la historiografía. No sé cuál de las dos partes (Mito y Verdad) era más fascinante. Por cierto, una exposición con mucho de (buen) arte antiguo y moderno y mucha, muchísima historia bien contada. Y una oportunidad para ver en contexto la Puerta de Ishtar con el código de Hammurabi (y una primera edición del Leviathan, y el rollo de cerámica cuneiforme en que venían las medidas exactas del zigurat de Babilonia, y una parte del metraje de Intolerancia, y...).

    Otro saludo
    RFC

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  6. Hay dos tipos de lenguas, las que murieron y las que no. El latín no murió, se convirtió en francés, rumano, español, portugués... No hubo un momento en el que la gente dejase de hablar latín. Hubo un momento en el que la gente se dio cuenta simplemente de que el latín que hablaban había evolucionado tanto que ya no podían entender lo que escribió Cicerón. Nosotros no hablamos castellano. Hablamos una variedad local del latín del siglo XXI. El Mochica de la costa peruana sí que murió. Nadie habla hoy una lengua que haya descendido de él.

    Dicen, y puede que sea cierto, que las lenguas sagradas, aquellas en las que una verdad religiosa se expresó por primera vez o que se utilizaron a menudo en rituales, tienen una vibración especial. Es el caso del pali, del tibetano, del hebreo, del árabe clásico. Cuando la Iglesia renunció en el Concilio Vaticano II al uso del latín en la liturgia, renunció a algo muy importante.

    Un abrazo
    I.A.

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  7. En todas las religiones que conozco hay salmodias. Mi abuela qu'engloriasté rezaba rosarios y cosas de cuyo nombre no logro acordarme, en voz alta, durante todo el día y en todas partes. De niño, recuerdo que siempre que entraba en una iglesia donde no había misa, veía u oía a un grupo de personas que rezaban en voz alta. Eso, en España, se ha acabado, pero en México y otros sitios que conozco sigue sucediendo. En las mezquitas más o menos importantes del norte de África se hacen donaciones para que siempre haya alguien en el patio o en la zona de oración leyendo el Corán o hadices (según el rito) en voz alta. De los judíos de por aquí, qué os voy a contar, si hasta en el metro van leyendo en voz alta, ellos y ellas, echando el cuerpo p'alante y p'atrás. Las misas y celebraciones de las congregaciones pentecostales, baptistas, evangélicas y demás son una "celebración de la palabra" en las que se habla, se canta, se repiten
    fórmulas de manera incesante... Y así sucesivamente.

    A nivel personal, mi otra abuela todavía no está en la gloria y me da que no lo va a estar nunca, porque no le da por salmodiar expresiones piadosas, sino que cuenta durante horas las mismas historias, sin dejar meter baza a nadie más. Al cabo de las horas se cansa o se le acaba el carrete o se le fuga la compañía y se queda sola.

    Entonces enciende de inmediato la televisión y la radio, no para *escuchar*, sino, como ella misma explica, para sentir compañía. Me parece natural: si estás solo, es decir, si no puedes tocar, oler, ver o paladear a nadie, y resulta que no te gusta un pelo estar solo, te queda un sentido para superar la sensación de aislamiento.

    Salud,
    JGV

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  8. Igual es que hacía un frío del carajo... porque las tankas y demás son de un tipo de budismo muy concreto, el tibetano. Los templos zen son de otra forma, los chinos (chan) de otra... Los hinayana de donde vivía Ina, de otra más... Una de las cosas más interesantes de Bodhgaya (en la India, donde despertó el Buda histórico) fue visitar diferentes templos de diferentes tradiciones y escuelas. Flipante.

    Besos,
    BW

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