26 de junio de 2014

SUS SATÁNICAS MAJESTADES

Una de las muchas cosas buenas de cumplir los 40 es haber crecido escuchando a las leyendas del rock. Y aunque a algunas de ellas no las haya apreciado hasta adulta, como al Boss (gracias a David), y a otros no se me ocurrió ir a verles en el pasado, como a Bon Jovi (gracias a los Indalos)... siempre nos queda el recurso de atrapar la nostalgia y pegarnos una gira de conciertazos en el presente, luciendo palmito de cuarentañeros y reivindicando que nos sobra energía para dar botes en un estadio ;-)