23 de febrero de 2009

ME HAS PILLADO

Esta misma tarde, uno de mis principales clientes me ha confesado que había estado husmeando por este blog (desde luego no laboral) y que le parecía cuanto menos atrevido que a veces me lanzara a contar anécdotas de empresa, así, a la vista del gran público. Cuando he conseguido recuperarme del sonrojo y del shock, lo primero que le he aclarado es que este espacio no tiene ningún gran público ni lo tendrá. Y lo segundo ha sido reírme y llamarle cabrón, por leerme desde hace tiempo sin que yo lo supiera. Pero internet es así y es cierto que podría acceder cualquier cliente mordaz (categoría de la que él quedó excluido hace tiempo). Además, en el fondo me ha hecho gracia; sobre todo cuando, en otra confesión, me ha acabado contando que él también escribe. Y al final la conversación ha resultado aún más entretenida de lo habitual.

20 de febrero de 2009

NO DA PARA UN LIBRO

Itziar me ha dicho que en estas primeras semanas de relación se siente observada. Pero, al contrario que otras veces, no son los padres del chico los que se preguntan si será una buscafortunas. Esta relación tiene una novedad. A los Señores Pérez de Albéniz y Rocafort aparentemente les da igual cómo se gane la vida, pero no así a sus socios. Resulta que el muchacho tiene unos socios. Así que Itziar supone que no tendrá que demostrar que no quiere dispendiar ninguna herencia. Sin embargo, teme que las miradas de todos ellos estén sopesando si va tras los dividendos. Dice que le preocupa especialmente Laura, que la interroga sutilmente cada vez que coinciden en alguna cena de empresa.

Itziar me ha dicho que le han ofrecido ser jurado en un concurso literario. Y me cuenta, entre eufórica y extrañada, que hay mucho pedante suelto, que se cree Lord Byron y aspira a todos los honores sin enterarse de que estamos en el siglo XXI. Así que Itziar sospecha que tal vez ella no escriba tan mal, porque sus cuentos pastel no le suenan tan ñoños después de haber leído 40 cartas de amor de lo más variopinto.

Itziar me ha dicho muchas cosas más, todas políticamente incorrectas. Y hemos bromeado sobre escribir un libro de anécdotas patéticas contadas por nuestros compañeros de curro. Y mientras apuraba su café de 30 céntimos, negro y reconcentrado, ha llamado al ascensor, me ha mirado fijamente y me ha dicho: “Creo que no da para un libro, mejor ponlo en tu blog”.

13 de febrero de 2009

PROPOSICIONES EN UN TREN

Estoy en un tren de vuelta de Valencia.

Después de un tremendo madrugón, me he pateado la ciudad, visitado a 3 clientes y almorzado con uno de nuestros accionistas más reivindicativos. La negociación ya se había caldeado antes de llegar al postre y se estaba cerrando con la última gota de un Ribera delicioso, así que he llegado a la Estación justo para ver como el logotipo 'Alta Velocidad' se alejaba por la vía 2. En definitiva, hasta hace diez minutos había tenido un día agotador que culminaba con un taxista estresado, una carrera trolley en mano y mi cara de pasmada en el andén.