13 de agosto de 2008

EL OFICIO DE ESCRIBIR

Me acaba de iluminar una magnifíca secuencia de posts de Enrique Páez (1, 2, 3, 4) en torno a una traducción de David Condés sobre un artículo de Henry Ford.

Ufff... entre los tres habéis conseguido que me reconcilie conmigo misma. Gracias por desmitificaros, siendo como sois unos grandes del oficio. Y por darnos a los demás impulso para continuar. Y por recordarme que somos muchos los que necesitamos escribir para no volvernos locos.

Feliz día (con o sin masoquismo de fondo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

(Deja tu loncha):