6 de agosto de 2008

BUENA SUERTE, SR. GORSKY

Todo el mundo recuerda las palabras que pronunció el astronauta Neil Armstrong al pisar la Luna: "Este es un pequeño paso para [un] hombre, pero un salto de gigante para la humanidad". Lo que no se cuenta tanto es lo que añadió cuando entró otra vez en el módulo: "Buena suerte, señor Gorsky".

Los de la NASA pensaron que se trataba de una broma cariñosa dirigida a algún cosmonauta soviético. Pero nadie pudo encontrar entre los cosmonautas rusos al tal Gorsky. Neil Armstrong se resistió a desvelar el misterio.

Hasta que en 1995, un periodista suscitó por enésima vez la pregunta de quién era el señor Gorsky. Armstrong señaló entonces que el señor Gorsky acababa de morir y por fin podía desvelar el misterio. En 1938, cuando Neil Armstrong era un niño en una pequeña ciudad provinciana, se encontraba un día jugando al béisbol con un amigo en el jardín de su casa. Su amigo lanzó la pelota, Neil la golpeó con tal fuerza que dio a parar en la cama del vecino a través de la ventana. Ese vecino era el señor Gorsky. Cuando el pequeño Neil se acercó a la casa del vecino para pedir perdón y solicitar que le devolviera la pelota de béisbol, oyó que la señora Gorsky le decía a su marido: "Sexo, ¿quieres sexo? Lo tendrás cuando el niño del vecino se pasee por la Luna".

(Traducción de Amando de Miguel)


Buen adynaton. Mucho mejor que “cuando las ranas críen pelo”, sí señor.






fuente fotografía: GOOGLE

1 comentario:

(Deja tu loncha):