Interrumpo la serie de bitácoras desde Estados Unidos para hacerme eco de una doble mala noticia. Un gran amigo acaba de perder, en menos de un mes, a su padre y a su madre. Me duele su dolor y desde aquí quiero acompañarle compartiendo con vosotros sus propias palabras.
Cualquier comentario es insuficiente para algo así. Pero me uno a la reflexión de otra de las personas que ha querido darle calor: "Una vez leí en algún lado que para que el dolor no se transforme en sufrimiento debemos permitirle ser. Esto es: el dolor es dolor. El sufrimiento, dolor almacenado y reprimido. El dolor pasa, el sufrimiento no sé." (Gilda Manso)
Déjalo ser, Enrique, déjalo ser. Y échalo fuera.
Un abrazo enorme,
Elisa
3 de diciembre de 2008
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