17 de diciembre de 2008

DESAGUISADOS (2ª parte)

Efectivamente, podía haber sido peor.

Por la noche, David volvió de esgrima, revisó el termostato del salón con cara de circunstancias, bajó al garaje y estuvo revolviendo un rato. Cuando subió, me comunicó muy serio: "Nos hemos quedado sin gasoil".

Fotografía © David Rodríguez
 
Estupendo. Sólo estamos a cinco grados bajo cero, perfecto para quedarnos sin calefacción ni agua caliente. Esta mañana he tenido que ducharme a trozos, como los gatos y cantando un aria de La Traviatta a gritos, para contrarrestar el efecto del agua gélida. Me ha recordado cómo me curtí con 11 años en el campamento en Covaleda. O, como dice el padre de Calvin, que cosas así "forjan carácter".
Aunque debo confesar que lo de arrebujarse anoche en el edredón y buscar la cucharilla no estuvo nada mal...

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