6 de febrero de 2021

BYE, MI CHICA GRANDE

Ayer tuve una de las mayores pruebas de amor que he vivido. Y el regalo de acompañar durante 8 horas (junto con el angelical Mario) a Carmina, mi profesora de francés del colegio, mientras iniciaba su viaje definitivo de vuelta hacia la luz.

Ella ha sido durante 41 años un pilar en mi vida. Ella, quien me hizo amar la lengua de su Balzac. Ella, una de las dos personas por las que yo me atreví a escribir mi primer libro. Ella, una especie de mamá alternativa a mi querida madre real, apoyándome en momentos vitales en los que nadie más creía en mí.

Pero más allá de su influencia en mi camino, Carmina fue una mujer adelantada a su época, rebelde con causa, de un carácter inmanejable cuando alguien perturbaba su inocencia, resiliente como nadie que conozca, erudita y filósofa, enamorada de su vocación, entregada a sus animales, idealista sin remedio y optimista incluso sin motivos, pero con unas ganas de vivir tremendamente contagiosas.

Se ha ido como vivió: recordándonos las cosas importantes, haciendo el bien allí por donde pasaba y expandiendo la propia paz que ella sentía.

Nos deja a miles de alumnas y todos nuestros clanes un legado digno de libro de historia. Y un ejemplo real para ser más humanos, humanos de verdad.

Gracias por todo, seño. Et bon voyage! 🦉🙌🏻💫



2 comentarios:

(Deja tu loncha):