27 de marzo de 2015

EL CORAZÓN DE RIOFRÍO (o enterrando a mi hermano mayor)

A principios de año publiqué este artículo en mi otro blog, el profesionaly con él desaté una cadena de apoyo, solidaridad y afecto que no esperaba.


http://blog.quiendijoimposible.com/2015/01/el-corazon-de-riofrio.htmlNo la esperaba, porque en realidad no pretendía levantar mareas públicas: mi intención prioritaria era dedicarle esa crónica tan íntima a mi familia de origen. Y porque, siendo honestos, la motivación principal para escribirlo fue sacármelo de dentro, como casi siempre que me siento con mi pluma a darle voz.





http://blog.quiendijoimposible.com/2015/01/el-corazon-de-riofrio.html

Un lector de este blog me ha preguntado por qué sólo publiqué en el otro la noticia (léela aquí), pues ha tardado en enterarse del cierre de Riofrío, pero sobre todo me reprochaba no haber sabido antes "quién era yo". Sonriendo, le he contestado que "yo soy" Elisa, la de siempre... pero le he prometido que redactaría esta entrada en su honor. En el suyo y en el de todos aquellos que me habéis honrado estas semanas con esa misma frase, que de verdad me sonroja, por mucho que me sorprenda. Tantos años conviviendo y no me había dado cuenta de lo importante que nos resulta conocer las raíces de alguien. Sí, también nos sirve para poner etiquetas, como tú quieras. Pero en cualquier caso he dejado de ocultar partes de mí, porque ya no tengo miedo a los juicios que suelen venir detrás. Y porque, a veces, cuando alguien cercano (gracias, Berna) te explica de modo respetuoso su personalísima visión de esos juicios, abres los ojos a una nueva consciencia, la que esbozó Paul Éluard: “Hay otros mundos, pero están en éste. Hay otras vidas, pero están en ti”.





Gracias a ti y a ti y a ti, por leerme aquí o allí, por querer a esta Elisa o a la otra, por permitirme, en definitiva, seguir siendo yo misma. Tu brillo me incita a mostrar mi propia luz.




Fachada Riofrío, años '70, desde calle Génova
Inauguración Riofrío Colón
Juan José Agudo y Sagrario Hernando
en las primeras oficinas de Riofrío
Instalaciones del Club Social de Santo Domingo


Fachada Riofrío, años '90, desde calle Marqués de la Ensenada
Juan José Agudo conversa en la barra con algunos magistrados
Juan José y Sagrario toman un cocktail en Bocaccio
Placa conmemorativa regalada a la familia Agudo por el personal de Riofrío
















2 comentarios:

  1. :)

    Pues a mí, precisamente, me dan igual tus orígenes. En serio. Y esto (aunque parezca pedante) me hace pensar otra vez en lo mismo que te comenté cuando leí tu post sobre el cierre de Riofrío: igual que hay varios Riofríos y ninguno invalida los demás, y Riofrío es todo eso y más, hay muchas Elisas, tantas como personas te conocen. Más o menos, una faceta u otra o varias facetas: Elisa coach, Elisa amiga, Elisa aprendiz de escritora, Elisa y sus viajes de búsqueda, Elisa emprendedora y soñadora, Elisa anfitriona rescatando a una amiga agotada y acogiéndola en su piscina, Elisa compañera de su pareja, Elisa hija de sus padres. Elisa hija del dueño y fundador de Riofrío. Eres todo eso a la vez y, al mismo tiempo, algo más.

    Y yo me alegro de conocer la parte que conozco y me maravillo descubriendo las que no conozco :)

    Besotes,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me calientas el corazón... por tu amor incondicional, por tu manera de expresarlo, por tu recopilación de mis roles, por tu espejo de consciencia... Miles de gracias por ser mil Bernas tú tambien!!

      Eliminar

(Deja tu loncha):